Kokura, la ciudad japonesa que se salvó por los pelos (dos veces)

Aquí el castillo de Kokura. ¿Está guapo o qué?
Kitakyūshū es una ciudad de la isla de Kyushu, al sur de Japón, fundada en 1963 tras la unión de cinco ciudades. En la actualidad su centro lo ocupa una de aquellas de estas cinco, Kokura, que es la que realmente nos importa para lo que queremos contar. El resto de información es única y exclusivamente para rellenar espacio en esta entrada y que parezca que tiene mucho más contenido del que en realidad tiene. No sabemos si lo estamos consiguiendo, pero desde luego larga nos está quedando gracias a este recurso. Tampoco es que sepamos mucho más sobre Kokura... ¡Bueno, sí! Kokura es conocida por su castillo, que es muy bonito.
El caso es que nos remontamos a 1945, hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando los retazos de esta habían quedado desplazados al Pacífico y la guerra continuaba con Estados Unidos y Japón como sus principales protagonistas. Durante seis meses Estados Unidos bombardeó de forma intensiva un total de 67 ciudades niponas sin obtener la rendición del país. Impacientes, los estadounidenses decidieron hacer una demostración de fuerza como nunca antes se había hecho, y como nunca hasta ahora se ha repetido (y esperamos que así siga): lanzar dos bombas nucleares sobre el país del Sol naciente.
La primera bomba fue bautizada como “Little Boy”, y el lugar elegido para su detonación fue la ciudad de Hiroshima. Como las órdenes del mayor al cargo eran emplear un procedimiento visual y no hacer uso de radar, en caso de que el tiempo dificultase el lanzamiento, Kokura sería la ciudad que sufriría la devastación de Little Boy. Pero por suerte para los habitantes de Kokura, y por desgracia para los vecinos de Hiroshima, el tiempo la mañana del día 6 de agosto de 1945 fue muy propicio para el lanzamiento de esta primera bomba.
Estado de Hiroshima tras la detonación de Little Boy.
La segunda bomba sería lanzada tres días después, y en esta ocasión, ahora sí, el objetivo principal era Kokura. Pero las órdenes seguían siendo las mismas, y de nuevo los habitantes de Kokura tuvieron un golpe de suerte: la mañana del 9 de agosto una densa capa de nubes cubría la ciudad y, por si fuera poco, el viento había arrastrado hasta allí el humo de los incendios provocados por los bombardeos sobre la vecina ciudad de Yahata, lo que dificultaba mucho la visibilidad para el lanzamiento de la segunda bomba. Pero los estadounidenses ya contaban con esta posibilidad, por lo que tenían un plan B: el objetivo alternativo para la detonación de “Fat Man”, nombre con que se bautizó a esta terrible arma, fue una ciudad llamada Nagasaki.
El resto ya es Historia: alrededor de 246.000 muertes provocadas por la detonación de ambas bombas y por la radiación posterior (leucemia, cáncer, lesiones, envenenamientos, etc.) y la rendición incondicional de Japón frente a Estados Unidos y sus aliados.
Los vecinos de Kokura asistieron estupefactos a tan terrible espectáculo, pero mucho más impactados debieron quedar tras descubrir cómo les había sonreído la fortuna no en una, sino en dos ocasiones.


No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.