Murcia de Tronos (II): El Rey en el Norte y el Cantón en el Sur

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Muchos nos acordamos del ya mítico grito de Jon Umber: "The King in the North!", apoyando al joven Robb Stark para que ascendiera al trono. Incluso en la expedición que lideraba el joven Stark tiene ciertas similitudes con lo que ahora os traemos: ¡El Cantón en el Sur!.



CUIDADO: SPOILERS



La debilidad de la primera república española era una realidad. Los presidentes, Figueras, Pi i Margall, Salmerón y Castelar, se sucedían con la misma velocidad que las Manos del Rey o las bodas sangrientas en Juego de Tronos.

Parte de los republicanos, que eran federalistas, no veían que se avanzase en la consecución de una república federal, así que decidieron montarla ellos mismos, una especie de "federación desde abajo". Primero se montaban los distintos Estados, o cantones, y luego se unían en una federación a nivel español.
En la Región de Murcia se pronunciaron en Cartagena, y más tarde en diversas ciudades, Manuel Cárceles y el famoso "Antonete" Gálvez, y se creó el Cantón Murciano. La sublevación se extendió, al igual que por los dominios de Invernalia y Aguasdulces, por Murcia.
Pero los problemas no tardaron en llegar.
En el Sur de Poniente, los Lannister preparaban sus tropas, y en el centro de la Península, el gobierno central comenzaba a reunir sus ejércitos para aplastar a los rebeldes.
Y, al igual que el joven Stark, el cantón organizó expediciones por tierra y mar. Querían extender la revolución cantonal. Los objetivos fueron diversos: Lorca, Hellín, Orihuela, Valencia, Málaga, Alicante, Torrevieja, Águilas, Mazarrón o Vera.
La flota, saliendo desde Cartagena, castigó a las poblaciones costeras desde Valencia hasta Almería.
La última expedición sería la más curiosa. Si Stark quería llegar a Desembarco del Rey para deponer al venenoso rey Joffrey Baratheon, el cantón murciano quería llegar a Madrid y deponer el gobierno.
Ya que nos ponemos, pues echamos toda la carne al asador.
Si bien podría parecer una locura, otras expediciones habían conseguido llevar la revolución cantonal a Lorca, Torrevieja u Orihuela, y se bombardearon ciudades que se opusieron, como Almería.
Así, en agosto de 1873, "Antonete" y el general Juan Contreras, al frente de 3.000 hombres, marcharon en tres trenes hacia Chinchilla para cortar la comunicación de Madrid con el general Martínez Campos, que en ese momento cercaba el cantón valenciano. Toda una estrategia envolvente digna del Joven Lobo.
Los cantonales consiguieron tomar la estación de ferrocarril de Chinchilla, pero allí mismo se enteraron de la toma de Valencia por parte de las tropas gubernamentales, por lo que emprendieron la retirada. Incluso en esto parece que está ligado, dado que la retirada del Joven Lobo se vio fuertemente influida por la caída de Invernalia.
Sin embargo, durante la retirada fueron atacados con dureza por parte del enemigo, que consiguió provocar el pánico con la artillería. Los murcianos huyeron en desbandada. Consiguieron reagruparse en Hellín con ayuda de la columna de reserva, y regresar a Murcia.
Habían perdido 500 hombres y varios cañones.
Sólo les faltó la Boda Roja, un pequeño empujoncito Frey...
Martínez Campos tenía vía libre para ocupar la Región de Murcia.
Y los Lannisters (ayudados por el taimado Roose Bolton y su desequilibrado vástago Ramsay) para ocupar el Norte.

REFERENCIAS:

  • Antonio Pérez Crespo, "Incidencia en la Región murciana del fenómeno cantonalista", en Anales de Historia Contemporánea, vol. 10, 1994.
  • George RR Martin, Canción de Hielo y Fuego, ed. Gigamesh, 2002-actualidad [en inglés: 1996-actualidad].
  • Julián Navarro Melenchón, Organización social y sistema políticos en Murcia durante la I República, Universidad de Murcia, 2004.

2 comentarios:

  1. jjajjaaja sois creativos...otra forma de entender y contar la historia...seguire vuestra interpretacion...gracias

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  2. ¡Muchas gracias! Esperamos seguir sorprendiendo ;)

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